A body lands in nowhere es una investigación llevada a cabo por el coreógrafo y bailarín Abraham Iglesias y la dramaturga y directora Ruth Rubio, gracias a la beca del Bundesamt für Kultur del gobierno suizo para que los artistas pudieran seguir desarrollando su obra durante la pandemia. Llevado a cabo a distancia entre Zúrich y Madrid, este es un proyecto que versa sobre la pertenencia y el cuerpo como portador de relatos. El germen de este proyecto es un cuestionamiento: ¿cómo trabajar el trauma a través de la danza? Entendiendo el trauma como algo que deja huella en nuestro cuerpo y que no puede erradicarse, pero sí movilizarse. Entendiendo así el trauma como un punto inmortal. Por lo tanto, la reparación del trauma a través de la danza consistiría en aprender a moverlo y vivir con él, nunca erradicarlo. 

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      Este planteamiento va ligado a la necesidad de recuperar una visión Humanista del cuerpo. En un contexto donde, y más aún con la pandemia, se tiende a la descorporización, el cuerpo como obstáculo que se enferma o se rebela, surge la necesidad de devolver el cuerpo al centro. ¿Por dónde empiezo?